Juan Gil-Albert, nunca dejó de ser esteta. Su obra no merece olvidos.
" Puede ocurrir que el hombre se despierte
por la noche soñando y entre vagas
luces de oscuridad recobre el ritmo
de su existencia y diga : estoy latiendo.
Y esta impresión sedante y repentina
de ser, de respirar, el tacto, el cuerpo,
lo calme de tal modo, lo sorprenda
con tal intimidad que como un niño
vuelva a sumirse suave en las tinieblas
que acaban, misteriosas, de espantarlo "
Juan Gil-Albert ( 1904-1994 )
( Foto de Brassaï )
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