Me voy a tener que vacunar para poder leer algunos periódicos dominicales. Suelen provocar iniciales daños colaterales que, a la larga, van a peor y con el tiempo llegan a hacer diana. La tarde con Valle-Inclán es otra cosa.
" Como el calor de un vino añejo, así corría por su sangre aquel amor de matrona lozana y ardiente, amor voluptuoso y robusto como los flancos de una Venus, amor pagano, limpio de rebeldías castas, impoluto de los escrúpulos cristianos que entristecen la sensualidad sin domeñarla. Amaba con la pasión olímpica y potente de las diosas desnudas, de blanca realeza, que cumplía la ley divina del sexo. Soberana y triunfante como los leones y las panteras de los bosques de Tierra caliente... Como una princesa del Renacimiento se le ofreció desnuda. Deseaba entregarse y se entregó "
Ramón María del Valle-Inclán ( 1866-1936 )
( Foto de Harry Callahan )
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