sábado, 2 de enero de 2010

VIENTOS RONDEÑOS.


De vuelta de Ronda, entro en la bitácora de puntillas e intentando no hacer ruido. Los primeros días del año son tristes; los desmanes gastronómicos y alcohólicos suelen pasar facturas, a pagar sin plazos. El maravilloso vino oloroso de mi compadre José María, ayuda con los vientos rondeños. Leo a Jules Supervielle, poeta grande y acogedor.

" Me inclino sobre la fuente donde nace tu silencio
en un reflejo de hojas que tu alma hace temblar.
Sobre tu fotografía.

Puede ser que quede aún
una uña de tus manos entre las uñas de mis manos,
una de tus pestañas mezclada con las mías,
uno de tus latidos extraviados entre los latidos de mi corazón"

Jules Supervielle (1884-1960) ( Traducción de Rafael Alberti )

1 comentario:

Ula dijo...
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