Esta tarde he estado en un recital de poesía. El autor es poeta con mayúsculas, me gusta el tono de sus poemas, la presencia permanente del tiempo y el dominio estético del lenguaje. No lo conozco personalmente y sospecho que yo era el único " intruso". Leo uno de los poemas de Eduardo García que más me gusta.
" Desconfía del vino que sabe a cauce seco,
del agua que se estanca sin transcurso.
Desconfía del aire de los espacios huecos,
del ojo que ha olvidado ya el impulso.
Y entrégate al torrente que empieza a abrirse paso,
amanece a un más hondo palpitar.
Desconfía de todo cuanto yace encerrado
pues el tiempo ya fluye a otro lugar "
Eduardo García.
2 comentarios:
¡Vamos, adelante!
Nina Simone, lo dice: "Seré liberado/a)"
Un saludo
El azar es el más feliz de los duendes. Acabo de terminar un libro de aforismos y buscando-buscando, me encuentro a Jean Rostand. Fascinación inmediata, claro. A la caza de Rostand entro en tu "blog". Intrigado por el excelente lector que ha recopilado tal cantidad de belleza voy descendiendo, entrada a entrada, y ¡zas! un poema mío. ¡Qué barbaridad! Me da vértigo ver mis palabras entre tanta belleza. Lo mínimo que puedo hacer es agradecerte ambas cosas: Lo primero, tu "blog", un remanso de excelente literatura en el vasto desierto de Internet. En segundo lugar (dejemos la vanidad en segundo término) que te hagas eco de unos versos míos. Lo que me encanta -sí, me "encanta", de "encantamiento"- es sentirme como pez en el agua al lado de tal colección de magníficos escritores. Me cabe la esperanza de que, si pude gustar a un lector tan fino como tú, lo que escribo, -quizá, digo yo, nunca se sabe- no esté del todo mal.
Mil gracias, de corazón. La escritura es una tarea solitaria, cercada siempre por las dudas. No sabes cuánto se agradece que haya, de vez en cuando, alguien escuchando al otro lado.
Y por cierto, ¿sabes si hay alguna edición reciente en España de los aforismos de Rostand? Me gustaría internarme en su mundo.
Gracias por existir, "Almirante Ruina". Si volvemos a encontrarnos no dudes en saludarme, por favor. Por tus gustos veo que estamos destinados a ser cómplices.
Un amistoso abrazo:
Eduardo García
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