Charles-Augustin Sainte-Beuve es veneno con antídoto. Su lectura aturde, engatusa y redime.
" Todo individuo, frente a la época de la que es contemporáneo, y en tanto que se aleja de ella para considerarla, me parece estar en una estrecha ribera a lo largo de un gran río. El río fluye con un curso amplio y continuo. Una vez que hemos salido de la primera infancia, corremos a lo largo de nuestra pequeña ribera en el mismo sentido que el gran río, y más rápido que él : vamos por delante. Más tarde, al hacerse seria la juventud, corremos todavía pero de modo que ya no lo adelantamos tanto : lo acompañamos. Luego, nuesto paso se va cansando insensiblemente, nuestra pequeña ribera se va estrechando, el gran río sigue fluyendo, y llega un momento en el que, sin que podamos seguirlo, se lleva consigo toda la pequeña flota de navíos, cada vez más numerosos, a los que con sorpresa vemos alejarse y huir de nosotros poco a poco "
Charles-Augustin Sainte-Beuve ( 1804-1869 )
( Foto de Nina Leen )
3 comentarios:
Los ríos tienen la habilidad de convertirse en perfectas metáforas de la vida
Un beso
Sí, Ícaro, pero hay que encontrar nuevas metáforas.
Saludos
Lo que engatusa es la lectura de este blog. Se agradece poder disfrutar de su experiencia literaria.
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