En una separata me encuentro con otra " Cenicienta ".
" La bondadosa Cenicienta perdonó a su madrastra y a sus dos hijas y las empezó a recibir en Palacio. Las jóvenes no eran demasiado agraciadas, pero fueron alcanzando tanta familiaridad con el príncipe, que ambas acabaron teniendo con él trato carnal, a partir de unos días de verano especialmente propicios al marasmo. El otoño siguiente, las tres vivían en Palacio. La madrastra, por su parte, metía la nariz en todo y ejercía una férrea dirección de los asuntos domésticos. Cinco años más tarde, la princesa Cenicienta hizo público su malestar y su propósito de divorciarse, lo que acarreó graves consecuencias políticas. Cuando le cortaron la cabeza al príncipe, Cenicienta hacía ya tiempo que vivía con su madrina en el País de las Maravillas "
José María Merino.
( Foto de Milton Greene )
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