jueves, 7 de abril de 2011

" LOS AMORES TARDÍOS "


Hay en Baroja una llama que no se extingue, la llama de las confidencias.

" Esa rueda del tiempo, que gira tan despacio en la niñez y en la juventud-se dijo-, marcha vertiginosamente en la edad madura. Los años que para los demás son los trascendentales, los años de la vida social seria y grave no dejan huella; en cambio, los de la infancia, los que para el mundo no son nada, dejan huellas indelebles.

Después pensó en su infancia y en sus diversiones de chico y murmuró :

- ¡ Qué vida más pobre la del niño de mi tiempo!- pensó-. ¡ Cómo ha subido de importancia el chico en estos años ! En mi tiempo el chico no tenía categoría en la casa. Comprarle juguetes hubiera parecido un absurdo. Hoy es el rey en la mayoría de las familias... y, sin embargo, esa infancia tratada a zapatazos tenía sus compensaciones y quizá sus ventajas "

Pío Baroja ( 1872-1956 )

( Foto de Wolf Suschitzky )

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