Uno de los primeros libros que leí en mi niñez, fue " Cuentos de la Alhambra " de Washington Irving. Recuerdo de otras miradas...
" Desde la Alhambra se mira el soberbio paisaje que presenta Granada y su vega deliciosa. A la derecha la antigua capital, el barrio actual del Albaicín, con sus tejados viejos, sus construcciones moriscas, su amontonamiento oriental de viviendas; al frente la ciudad nueva; a la izquierda la verde
vega; más acá, cerca de la mansión de encajes de piedra, los cármenes, estas frescas y pintorescas villas, donde los granadinos cultivan en los ardientes veranos sus heredadas gratas perezas... En el fondo la sierra coronada de blancura. En verdad se sienten saudades del pasado. Se comprende el entusiasmo de los artistas que han llegado aquí a recibir una nueva revelación de la belleza de la vida (...) El agua por todas partes, en las copiosas albercas, en los estanques que reproducen las bizarrías arquitecturales, en las anchas tazas como la que sostienen los leones del famoso patio, o simplemente brotando de los surtidores colocados entre las lisas losas de mármol... Cuando estéis en el patio de Lindaraja, no pongáis atención a los arabizantes que os pretenden explicar la etimología del nombre y negar la existencia de la linda figura; antes bien, imagináosla muy rosada, muy blanca, y con unos ojos almendrados, de negros mirares, como corresponde a una verdadera sultana de cuento "
Rubén Darío ( 1867-1916 )
( Foto de Kurt Hielscher. 1922 )
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