martes, 23 de agosto de 2011

VERANO.


Los griegos nos enseñan que nada cambia; siempre las mismas preguntas, los mismos anhelos, las mismas tragedias. Leo a un pastor de cabras, al que las musas se le aparecieron cerca del monte Helicón mientras cuidaba al rebaño. Se llama Hesíodo.

" En la estación del agotador verano, son más
ricas las cabras y mejor el vino, más sensuales las
mujeres y los hombres más débiles, porque Sirio les
abraza la cabeza por la calima "

Hesíodo ( Siglo VII a. C )

( Foto de André Carrara )


1 comentario:

auroraines dijo...

Brillante descripción, me situó en el ambiente la poesía de Hesíodo y llevó a conocer que es la calima y también Sirio.
Gracias almirante por la lectura ;)
Un abrazo