martes, 9 de agosto de 2011

" EL PROFESOR DEL DESEO "


Suelo leer todo lo que publica Philip Roth. Lo sigo desde hace años y me ha ido descubriendo una clase media norteamericana nada edulcorada. " El profesor del deseo ", sigue la tónica de sus últimos libros, cierta melancolía, mucho sexo y el eterno miedo a la decadencia.

" A última hora de la tarde de uno de los más hermosos días agosteños, con cerca de cincuenta jornadas semejantes almacenadas ya en la memoria, y con la profunda alegría de saber que nos quedan otras pocas por vivir, en una tarde en que mi sensación de bienestar no tiene límites y me resulta inconcebible que pueda haber alguien más feliz o más afortunado que yo, recibo una visita de mi vida anterior. Me pasaré los días siguientes pensando en ella, imaginando, cada vez que suena el teléfono y oigo el ruido de un coche subiendo la empinada cuesta que conduce a la casa, que vuelve Helen. Esperaré encontrarme con una carta suya todas las mañanas, o más bien una carta en que se habla de ella, poniendo en mi conocimiento que se ha vuelto a escapar a Hong Kong, o que ha muerto. Cuando me despierto en plena noche para recordar cómo viví alguna vez y cómo vivo ahora- y esto es algo que sigue ocurriéndome, aún, con demasiada regularidad-, me aferro a mi compañera de cama como si fuera ella quien me llevase diez años a mí- o veinte o treinta-, y no al revés... "

Philip Roth.

( Foto de Nina Leen )


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