Cita semanal con Torrente Ballester. Maestro del detalle y de los impulsos irresistibles.
" La presencia de los chonys en la ciudad y de sus barcos en la ría- numerosos, distintos de los nuestros en los perfiles- la denunciaba el olor a tabaco rubio, el " capstan navy cut " en cigarrillos y de pipa, que se extendía por el aire de las calles, que todo lo penetraba y que incitaba a los niños a su posesión y disfrute. Quienes pedían a los marineros un " sigaret ", por las buenas, y quienes, con menos miramientos, los guiaban a los prostíbulos, a la espera de una gratificación en pitillos : se formaban así grandes colas a las puertas de las casas prohibidas, colas bajo la lluvia de pacientes y encandilados ingleses, envueltos en el perfume del humo. Las profesionales no podían dar abasto, y oí contar muchas veces el texto de un telegrama que una conocida y, en cierto modo, admirada proxeneta local puso a algunas colegas de La Coruña y de Villagarcía : "Escuadra inglesa en puerto. Envía material." Imagino que Santiago y otras ciudades del interior quedaron excluida de la demanda y del socorro por razones de especialización : los marineros tienen hábitos propios, y los ingleses sus preferencias : " Gordas y tetudas, que son para ingleses "
Gonzalo Torrente Ballester ( 1910-1999 )
( Foto de Herbert Dombrowski )
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