Descubro un bello convento con olores a infancia. Compro magdalenas que saben a tarde de colegio y a juegos en la calle "Lauría ". Necesito buscarte.
" Tuve otra vez tu peso en mi regazo,
sin poder alentar.
La majestad del mundo, el tiempo detenido
que me llevó al mandato del arcángel
truécase en duelo y su espesor me ahoga :
la desposada con la pena soy.
Deja que este agua de sal que de mí se desborda
lustre tu rostro, tus pestañas suelte,
pues no arrebata al mundo
la gloria cierta de la primavera
que en un livor de lirios resuelve los ribazos.
Váyame sola yo, teñida de igual púrpura,
dolor crecido sobre una tierra yerma "
María Victoria Atencia.
( Foto de Rodney Smith )
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