miércoles, 15 de septiembre de 2010

SE DEJÓ ARRASTRAR POR EL VÉRTIGO.


Hay voces que derraman armonías, encantamientos y entregas. Son voces para tener en un tarrito y destapar en días aciagos, seguro que se tornan gloriosos.

Septiembre es mes para leer a Torrente Ballester.

"... Se había acostado, con los ojos cerrados, y oía vagamente los gritos, como si no fuesen con ella, y más tarde el ruido de los últimos quehaceres, hasta que todo quedó en silencio. No se había movido, no había abierto los ojos, pero su voluntad había borrado del recuerdo la mirada de Ramón y la había sustituido por las palabras, las caricias de Carlos, y era lo que ahora le apetecía, lo que había querido apetecer- lo que le mantenía vivo y ardiente el deseo en las entrañas. Se levantó, de pronto, buscó apresuradamente ropas interiores, se desnudó y se vistió. Se puso medias finas y escarpines de paño.

Un ruido en el piso la detuvo. Alguien bajaba la escalera. Llamaron a la puerta.

-¡ Rosario !- gritó la madre.

-¡ Déjeme dormir en paz !

- Apaga entonces la vela, que se gasta.

Apagó, y esperó hasta que todo quedó, otra vez, tranquilo. Entonces a tientas, buscó un frasco de colonia, recordó los lugares donde Carlos la había besado y los perfumó. Después, bien embozada en el mantón y con las zuecas en la mano, saltó, por la ventana, a la era...

...Se oía el piano, remoto. Rosario se guió por él. Golpeó la puerta. No entendió la respuesta, pero abrió. Carlos estaba sentado al piano, había dejado de tocar, y la miraba.

-¡ Rosario !

- Buenas noches, señor...

El se acercó. Ella dió un paso, sin cerrar.

-Entra, anda.

- Ayúdeme el señor a quitarme el mantón.

Respiraba agitada, le bailaba el deseo en los ojos, adelantaba los labios antreabiertos. Carlos, al besarla, la miró, buscó en ella algo más interior que el deseo, pero en las pupilas de Rosario una luz juguetona se interponía, una luz como una red o una defensa. Se enmarañó en ella, se dejó arrastrar por el vértigo "

Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999 )

( Foto de Risely Evan )


Puccini, Madame Butterfly, Tebaldi

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso.
Un abrazo
Marisa