En una pequeña librería madrileña llena de polvo y de estantes desordenados, me encontré con Miguel Villalonga. Su dos libros, "Autobiografía" y " Miss Giacomini", los tengo guardados como joyas heredadas.
José Carlos Llop aparece para hablarme de Miguel.
" Miguel Villalonga fue un hombre de acción, desdeñoso de las acciones de su época. Ya no digamos las vanguardias o el cine. Villalonga fue un conservador en todo y ese desdén es clave para comprender su destino de solitario. Lo había escrito en su juventud : " güelfo entre gibelinos y gibelino entre güelfos ". Cuando se es así, la literatura es el mayor consuelo. Tal vez por eso Miguel Villalonga sea el autor de una de las novelas más inteligentes que se hayan escrito nunca sobre una ciudad española de provincias : " Mis Giacomini ". Y uno de los mejores libros de memorias- " Autobiografía"- que se hayan escrito en España, tan escasa, su literatura, en tradición memorialista (... ) Villalonga fue un hombre de talento fulgurante y apasionado, y vida breve : murió a los cuarenta y seis. La figura de su hermano llorenç- su reverso : frío, calculador y longevo- ha ensombrecido su obra en la isla. Y sus ideas políticas tampoco le han ayudado. Miguel fue militar, antirrepublicano y falangista. Con esto está todo dicho : ganó la guerra, pero acabó en el purgatorio de la literatura. Lo segundo, ese purgatorio, ha sido su injusta condena. Lo primero, ganar la guerra, no le sirvió de mucho : fue hombre enfermo, malhumorado, con tremendos dolores en los huesos. misántropo, retirado como un monje en un pueblo de montaña, adicto a los calmantes y escribiendo sus crónicas en un papel timbrado con la leyenda " Quotidie morior" ( y no era dandismo : era cierto )... "
José Carlos Llop.
( Foto de Andreas Feininger )
1 comentario:
Cada época, cada gobernador, encumbra lo que más le gusta, o lo que más vende.
Esto es aplicable también al arte en general y en este caso, a la literatura.
El tiempo va diciendo.
Saludos
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