domingo, 25 de mayo de 2014

FÁCILMENTE LO FÁCIL.


             Leer a mi compadre, José María Herrrera, es siempre un regalo. Magnífico observador y escritor.

     " Giacomo nunca fue tan consciente de sí mismo como aquel día. De pronto se percató de que su único secreto con las mujeres había consistido en contagiarlas de su propio deseo y persuadirlas luego de que cedieran a él. “No tengo más mérito que hacer fácilmente lo fácil”, escribió en la Historia de mi vida. A su lado, las mujeres sentían la hinchazón primaveral de las yemas de los árboles, un latido delicioso y apremiante, que las dejaba a su merced. Su pasión operaba sobre ellas como un narcótico. Un alma superficial, un Leporello, podía impresionarse con la cantidad de sus conquistas, pero la auténtica medida de su poder estaba en el tipo de complacencias que había sabido arrancarles. Sus detractores veían en ese poder algo diabólico, pero él no tenía nada de maligno. Más que destruir a sus conquistas, Giacomo sabía revelarles aspectos de sí que desconocían. ¿Cómo calificar de engaño semejante revelación? El problema es que ese deseo ilimitado sobre el que reposaba su magnetismo empezaba a fallarle. El aire de suficiencia, la inalterable serenidad, el vigor de antaño, ya no le acompañaban "

           José María Herrera.

           ( Foto de Tomio Seike )

No hay comentarios: