Desayuno con una amiga a la que le recomiendo los libros de Leo Perutz. Es lectora curiosa y tiene ese aire de mujer que ya ha pasado por todo. En su rostro, mares bravíos.
" Sólo sus ojos caminaban, sus ojos vivían. Sus ojos deambulaban sin descanso por las calles de la ciudad, pasaban volando sobre jardines y plazas, se sumergían en el efervescente torbellino de lo cotidiano, se precipitaban escaleras arriba y abajo, se deslizaban por salones y garitos, se aferraban todavía a la incansable vida del día en eterno movimiento, jugaban, mendigaban, peleaban por dinero y por amor, saboreaban por última vez la dicha y el dolor, la alegría y el desencanto, se agotaron y se cerraron "
Leo Perutz ( 1882-1957 )
( Foto de autor desconocido )
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