San Fermín es imposible de olvidar. Es fiesta que se pega como lapa y permanece. Estuve en 1984 y la recuerdo hasta en los detalles.
Domingo de aforismos.
" Se estaba derrumbando y quería convertir a sus amigos en albañiles "
" Un domingo sin melancolía es inconcebible "
" Se ahogaba en un vaso de agua y hablaba de maremotos "
" Todo solterón es el viudo de una sirena "
" Siempre se llora por lo mismo "
" Algunos dan la mano como si te quisieran tomar el pulso "
" Por muy lejos que vayamos siempre tenemos el mismo punto de vista "
Ramón Eder.
( Foto de Inge Morath )
1 comentario:
Qué coincidencia, en el 84 estuve en la fiestas con unos amigos y la recuerdo terrible: sucia, llena de borrachos por todas partes, de potas en los baños, en la calle: un asco. Además cuando vi los toros esperando el amanecer para ser torturados, sentí un gran dolor. Sólo me divertí con las bandas de música, cantando y bailando. Acabé mojada de vino y durmiendo en el parque en una tienda de campaña porque no había donde conseguir una camita. Los lavabos eran grandes focos infecciosos pero había que lavarse, al menos la cara y los dientes, tras largas esperas con el aparato excretor dando avisos con sus pinchazos, jaja.
" Algunos dan la mano como si te quisieran tomar el pulso ".
Y otros la dan fláccida, sin sentimiento.
Buen domingo.
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