"Perderse, desaparecer, cambiar de identidad, renacer con otro nombre. He tenido esa tentación muchas veces, con frecuencia al viajar por países lejanos pero también deambulando por las calles de mi ciudad e incluso sentado en un sillón de mi casa. En todos los casos he experimentado el goce de tomar otro rumbo radicalmente distinto, aunque sólo fuera con la imaginación: matar al que eres es, entonces, una forma posible de inmortalidad, la única resurrección que está al alcance de nuestra mano"
Rafael Argullol.
( Foto de Ernst Haas )
1 comentario:
Me encantó este fragmento. Me hizo pensar. Gracias!
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