Desazón producto de los tiempos. Sensaciones extrañas y la casa, reducto y abrigo.
Espaldas recordadas, glorias y bares ya perdidos.
" Dichosos nuestros ojos que vieron Balmoral cuando en Madrid aún había más bares que parquímetros y era lícito aspirar a una felicidad cortés, liberal y relajada. La de sentarse - es un ejemplo- al mediodía y calmar la taquicardia con el escalofrío de un martini y un periódico de valor relativo ante el gozo del instante... "
Ignacio Peyró.
( Foto de autor desconocido )
No hay comentarios:
Publicar un comentario