domingo, 26 de noviembre de 2017

UN HORIZONTE.


        Tardanza en despertarme, sueños queridos. En el desayuno, gente de Ronda.

            Vuelvo a Magris,

     " Ella era un horizonte y yo, de pronto, estaba allí, en aquel horizonte..., pero estaba también en aquel otro, en Maria, como siempre, para siempre..., felicidad, caos insostenible, verano de bronce, dos océanos, no podía más..., qué fácil habría sido en cambio con un mar y un charco, amar y no amar, pero amar y amar no, dos cielos son muchos para un Atlante cojo, aplastan..., y entonces aquel otro rostro, aquella boca tierna y risueña los he rasgado, los he cubierto de hollín, un mascarón de vicio... "

        Claudio Magris.

        ( Foto de autor desconocido )

1 comentario:

Mer dijo...

Este poema me ha superado... Y eso que no bajo de 200 al día. Exquisito, lacerante, grande, grande. Gracias.