Handel y castañas asadas.
Al azar, libros leídos hace años y que nunca envejecen.
" Pero a sonreír no aprendí nunca. Se ve que para eso hace falta algo más, tal vez que tus abuelos ya supieran sonreír. Era un detalle que odiaba con toda mi alma , tanto como la parodia del camisón... Sí, odiaba su sonrisa. Porque cuando le tomaba el pelo en la cama... fingiendo que estaba a gusto con él... seguro que él se daba cuenta, pero en vez de coger un puñal y apuñalarme, sonreía... "
Sándor Márai ( 1900-1989 )
( Foto de autor desconocido )


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