Lluvia y sillón. Baladas que vuelven y versos que nunca se fueron.
" Se te iba haciendo el cuello de sal y la sonrisa
de piedra, y eran páramos los campos
y la ciudad azufre, y habías vuelto el rostro
fuera del orden propio natural ( o invitada
por este mismo orden ) , olvidando la antigua
dulzura consabida, y supiste de pronto
que era aquel gesto tuyo quien prendía las llamas "
María Victoria Atencia. ( Foto de autor desconocido
No hay comentarios:
Publicar un comentario