Dos horas de paseo y un rato en un bar de barrio; decoración kitsch que destruye el encanto de la camarera; cordobesa racial, a la que un pintor raptaría con la mirada. Comentarios banales y buen salmorejo.
" Este tiempo
no es tiempo de nostalgias
ni de melancolía.
Parece más la hora
de apoyarse en la oscura pared de la guarida
a esperar la llegada de los últimos bárbaros.
Bien pertrechado, armado hasta los dientes,
dispuesto a vender cara la vida que me queda,
a alargar con coraje el último combate "
Álvaro Salvador. ( Foto de María Melini katsilaki )
Desvío temporal: para hoy, domingo con garúa en Buenos Aires, se necesita la fuerza de Manolo Caracol y de Miguel de Molina... Gracias.
ResponderEliminar