Larga asamblea en el "Real Círculo de la amistad "; después, cervezas y charla con conocidos. Vuelvo tarde a casa y recuerdo a un poeta demasiado tiempo olvidado.
" Oh, corazón, ingenuo dueño mío,
que nunca reconoces la sombra de tu abismo
y te anegas, te olvidas y renaces
con sólo contemplar que se aproxima,
y eres de nuevo el niño entusiasmado
con las luces del sol, con la alegría
del ave que atraviesa majestuosa el cielo ! "
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