Noche perezosa e idiotizada, el calor aturde. Medicina infalible, música y poemas.
" Mas ¿ qué haré, señora,
en tanta desventura ?
¿ A dónde iré si a vos no voy con ella ?
¿ De quién podré yo ahora
valerme en mi tristura
si en vos no halla abrigo mi querella ?
Vos sola sois aquella
con quien mi voluntad
recibe tal engaño
que, viéndoos holgar siempre con mi daño
me quejo a vos como si en la verdad
vuestra condición fuerte
tuviese alguna cuenta con mi muerte "
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